dientes conoides

Qué son los dientes conoides y cómo se pueden tratar

La apariencia influye en diferentes aspectos de nuestra vida, incluyendo la personalidad, las relaciones personales o el trabajo. Por ello, cada vez más pacientes acuden al dentista con el deseo de resolver ciertos problemas relacionados con la estética dental que alteran la armonía de su sonrisa.

Una de estas anomalías es la conocida como dientes conoides o conoidismo, que consiste en una reducción del tamaño y la forma de los dientes.

Te contamos en detalle qué son los dientes conoides, cuáles son sus causas, qué consecuencias tiene esta alteración en la sonrisa y qué opciones de tratamiento existen en la actualidad. ¡Comenzamos!

¿Qué son los dientes conoides?

De acuerdo con el especialista sueco Hans Grahnen, los dientes conoides, también llamados cónicos, son aquellos en los que el ancho mesiodistal de la corona dental es inferior en la zona del borde incisal o cortante respecto al ancho cervical —situado en el área más próxima a la encía—.

Más allá de esta definición canónica, podemos decir que los dientes conoides son un tipo de microdoncia, es decir, un trastorno dental en el que uno o más dientes tienen un tamaño más reducido que el resto.

En el caso de los dientes conoides, son visiblemente más pequeños, a menudo tienen espacios visibles a su alrededor y muestran una apariencia puntiaguda con aspecto cónico, de ahí el nombre.

Esta anomalía en la morfología de los dientes suele afectar generalmente a los incisivos laterales superiores, que son los situados a ambos lados de los incisivos centrales. En la mayoría de los casos, los dientes conoides se presentan en ambos lados y tienen raíces más cortas de lo normal.

Es importante tener en cuenta que el conoidismo es una condición distinta de aquellas personas que tienen un diente primario (o de leche) que nunca se cayó debido a la falta de un diente permanente (adulto).

Dado que tanto un diente conoide como un diente de leche tienen un tamaño reducido, en ocasiones puede resultar complicado reconocer los dientes cónicos en los niños y es algo que debe ser valorado por el odontopediatra.

¿Cuáles son las causas de los dientes conoides?

Detrás de los dientes conoides existe un fuerte componente de herencia genética, al igual que ocurre con otras anomalías como los dientes supernumerarios. Si algún familiar sufre esta anomalía, no es raro que tú o tus descendientes también presentéis dientes conoides.

Ciertas circunstancias ambientales, como una exposición desmesurada a minerales como el flúor o el hecho de haber sufrido procesos traumáticos, inflamatorios e incluso caries, también pueden ser causas de los dientes conoides.

Más allá de las razones congénitas, ambientales o relacionadas con el estilo de vida, los problemas de desarrollo o una enfermedad subyacente igualmente pueden ser factores desencadenantes de los dientes cónicos. Es el caso de patologías como la hipomelanosis o la displasia ectodérmica.

Por tanto, siempre es recomendable valorar los dientes afectados para asegurarse de que el paciente con dientes conoides no presenta otros problemas de salud relacionados que requieran tratamiento.

¿Qué tratamientos existen para los dientes conoides?

Entre un 0,6% y un 9,9% de la población presentan dientes conoides, siendo las mujeres más propensas a sufrirlo que los hombres. Y, aunque los dientes conoides no alteran la salud dental, sí crean un problema estético en forma de una sonrisa poco atractiva.

A menudo, las personas que presentan piezas dentales conoides se sienten acomplejadas y faltas de confianza.

Por fortuna, la ciencia odontológica ha avanzado lo suficiente durante los últimos años como para tratar la mayoría de los problemas relacionados con la salud bucodental como es el caso de los dientes cónicos.

Existen varias opciones disponibles que ayudan a corregir el conoidismo, modificando la apariencia de la sonrisa y devolviendo así la confianza y la seguridad en sí mismo al paciente.

Repasamos los tratamientos más habituales.

Reconstrucción con resina compuestas

Uno de los tratamientos para corregir los dientes conoides es el uso de composite para la reconstrucción de la pieza dental otorgándole el tamaño y la forma adecuados en armonía con el resto de dientes.

Entre las ventajas de la remodelación con resina es que es un procedimiento conservador, ya que se preserva la estructura dental de base. Además, es sencillo de ejecutar, indoloro, consigue resultados estéticos y resulta económico respecto a otros tratamientos para los dientes conoides.

Sin embargo, las resinas también pueden desprenderse con el tiempo. Por lo tanto, se debe seguir cuidadosamente las instrucciones del dentista para mantener sanos los dientes reconstruidos.

Carillas de porcelana

Las carillas dentales son unas láminas finas de porcelana translúcida que se fijan a la superficie delantera de los dientes. Tras completar el procedimiento, la carilla (temporal o permanente) cubrirá los dientes a tratar, otorgando una apariencia de dientes de tamaño normal.

Sin duda, es un tratamiento indoloro, efectivo, conservador y con resultados estéticos, aunque su coste suele ser más elevado respecto a la reconstrucción con composite.

Coronas dentales

Es un tratamiento más complejo que la reconstrucción con resina o la colocación de carillas de porcelana, ya que el diente conoide se talla y remodela para que la corona se ajuste correctamente. Es posible que requiera anestesia local para trabajar sobre la zona sin provocar molestias.

A pesar de ello, las coronas dentales o fundas sonextremadamente fuertes y resistentes, por lo que pueden durar años ofreciendo un acabado realista y estético.

Los dientes conoides tienen solución

En ocasiones, antes de proceder con cualquiera de las tres técnicas expuestas, puede ser necesario corregir la posición de los dientes mediante un tratamiento de ortodoncia como puede ser una ortodoncia invisible o los brackets, entre otros.

Lo cierto es que la elección de un plan de tratamiento para los dientes conoides dependerá de los síntomas, las necesidades y el historial de salud de cada persona. Y siempre debe ser el odontólogo quien valore, recomiende y guíe el tratamiento. Solo así conseguirás los resultados esperados.

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